CIUDAD DE MÉXICO.- Como su promotor, el uruguayo Fernando Pavón logró colocar a su compatriota Gustavo Matosas como el director técnico del Atlético San Luis, tras el despido de Alfonso Sosa de ese club. Se trata del quinto equipo del cual toma las riendas en México tras su paso por el Querétaro, León, América y Atlas.
Se prevé que ahora, desde esta nueva posición, Matosas comience a solicitar “refuerzos”, los cuales serían propiedad de Pavón; esto se trata de una fórmula de “negocios” ya bien probada por dupla Pavón-Matosas para amasar grandes fortunas a través de convenios ya acordados “por debajo de la mesa” en la adquisición de jugadores.
Modus operandi
Contratos en poder de esta redacción muestran como en el 10 de junio de 2016, Fernando Pavón colocó a Gustavo Matosas como estratega del club Al-Hilal Saudi en Arabia Saudita, para que luego Matosas solicitara a los directivos “refuerzos” para sus “estrategias”; es así como llegó el jugador Nicolas Milesi, quien como muestra el contrato en poder de esta redacción su intermediario es Fernando Pavón.
De hecho, fuentes aseguran que estos negocios a discreción fueron las verdaderas causas rompimiento con Greg Taylor en 2017, lo que derivó en un supuesto veto a Matosas y Pavón del balompié mexicano.
Veto de “chocolate”
Mientras Matosas padecía de un supuesto veto en México, eso no lo desanimó para irse a dirigir, con apoyo de Pavón, a lugares como Paraguay, Argentina, Costa Rica y Arabia Saudita, este último club donde habrían hecho lo mismo: Pavón le vendió sus jugadores *al club que dirigía Matosas*.
Lo anterior se trata de un modus operandi de corrupción, en el que un director técnico recibe de un promotor dinero “por debajo de la mesa” para que solicite a sus jugadores.
Ahora tras su regreso a la Liga MX en el Atlético San Luis, Pavón y Matosas retomarían las mismas prácticas que han estado llevando a cabo en total impunidad.
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