La prensa alemana reportó esta mañana muy grave de salud al papa emérito Benedicto XVI, de 93 años de edad, quien tiene una enfermedad infecciosa en el rostro.
El papa sufre de erisipela en la cara, una enfermedad infecciosa que se caracteriza por la hinchazón y placas rojizas que provocan comezón y dolores.
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Según Peter Seewald, Benedicto se encuentra extremadamente frágil, sin embargo, su capacidad intelectual y memoria no se han visto afectadas. En cambio, su voz apenas es audible.
El mes de junio, Benedicto XVI visitó a su hermano mayor Georg, quien estaba enfermo, y falleció dos semanas después de este encuentro.
Ambos hermanos fueron ordenados sacerdotes el mismo día en junio de 1951, y eran muy unidos.
Benedicto XVI fue el primer papa en renunciar en casi 600 años, alegó para ello que era por motivos de salud, y desde entonces lleva una vida monacal en un monasterio del Vaticano.
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