A un mes de las elecciones presidenciales, Donald Trump sorprendió a Estados Unidos —y al mundo— con la noticia de que él y Melania resultaron positivos a una prueba de COVID-19. Este anuncio puso la mirada de los medios en el segundo al mando del gabacho. Es decir, el vicepresidente Mike Pence. Además, hizo que surgieran un montón de interrogantes sobre cómo caminará la campaña del magnate y el segundo debate programado para el 15 de octubre.
¿Por qué todo mundo volteó a ver al vicepresidente Mike Pence? Porque si la salud de Donald Trump se complica, el segundo al mando de Estados Unidos es Pence.
Y durante las primeras horas —después de que el magnate publicara un tuitazo dando a conocer que tenía COVID-19—, la prensa cuestionó qué pasaba con la salud del vicepresidente.
La mañana de este 2 de octubre, se informó que Mike Pence y su esposa Karen Sue dieron negativo a una prueba de coronavirus —la info la confirmó Devin O’Malley, secretario de prensa del vicepresidente.
Peeeeeeero, las preguntas sobre el curso de las elecciones y el futuro de Estados Unidos aún no se disipan.
¿Qué pasará con la campaña electoral?
Por lo pronto, el médico de la Casa Blanca Sean P. Conley explicó que Donald Trump —de 74 años de edad— está en constante vigilancia y en manos de “los mejores profesionales e instituciones médicas” de Estados Unidos.
Además, el equipo médico de Trump espera que el presidente continúe chambeando sin interrupción mientras se recupera —y pasa la cuarentena obligatoria para todo paciente con coronavirus.
De esta manera, las giras electorales del presidente deberán ser suspendidas.
Y es que la Casa Blanca tampoco ha dado detalles sobre el cuadro de salud del magnate —hasta ahora lo que sabemos es que el presidente tiene colesterol alto y padece de obesidad. Además de que Trump tiene síntomas leves y anda de buenas.
Por esta razón, se deberá esperar a ver cómo evoluciona la salud del mandatario y va de nuevo, es seguro que el presidente cancele los mitines que tenía programados en Wisconsin —mientras se acerca la fecha del segundo debate presidencial con su rival, el demócrata Joe Biden.
¿Qué pasaría si la salud de Trump se complica?
Un poco regresando a Mike Pence, la gente preguntaba qué pasaría si la salud de los dos funcionarios —adultos de la tercera edad— se complicaba.
Ante este escenario, la cadena de mando caía en la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes.
Pero como ya sabemos que todo está bien con Mike Pence —y no tiene coronavirus—, va una breve explicación sobre qué pasaría si Trump tiene problemas de salud.
Aquí entraría la Enmienda 25 de la Constitución de Estados Unidos para transferir el poder —de manera temporal— al vicepresidente.
La “sorpresa de octubre”
Ya sólo como anécdota, en Estados Unidos acuñaron el término “la sorpresa de octubre” precisamente para momentos electorales como este, donde un candidato, político o partido rompe con la dinámica de las campañas para soltar un bombazo informativo… o algo por el estilo —el chiste es romper la dinámica de las elecciones con ruido mediático.
Y pues esta llegó para las elecciones de 2020 del lado del presidente —quien en ocasiones pasadas, desestimó el peligro del coronavirus, su impacto y daba una que otra información falsa sobre su tratamiento.
Por cierto, el término cobró fuerza en el gabacho en las elecciones de 1980, cuando el equipo del republicano Ronald Reagan acusó que el presidente Jimmy Carter anunciaría que la situación de un grupo de rehenes en Irán, se resolvería días antes de la votación.
Sin embargo, fue puro ruido mediático y aunque el presidente Jimmy Carter trabajaba para resolver la crisis de rehenes en Irán, no fue así —de hecho, el grupo de rehenes fue liberado hasta después de que Reagan llegó al poder.
Otro ejemplo de la “sorpresa de octubre” es el de las elecciones de 1968, cuando el presidente Lyndon B. Johnson anunció que pactaría la paz con los norvietnamitas —en contexto de la Guerra de Vietnam.
Eso no le vino nada bien al republicano Richard Nixon, pues una de sus principales promesas de campaña era la paz en Vietnam —y dentro de su equipo de campaña, hasta se intentó que el acuerdo de Johnson quedara mal, prometiendo a los vietnamitas del sur que con Nixon les iría mejor.
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